Los que ya vamos teniendo una edad, recordamos perfectamente aquellos tiempos en los que comprabas algo y lo disfrutabas hasta que se gastaba, rompía o ya no te servía. En esos términos, cuando las cosas duraban un tiempo considerable, pensabas que habías hecho una buena compra y te quedabas satisfecho, así como cuando algo te duraba relativamente poco, se te quedaba cara de “me la han pegado”.  En la época en la que todos llevamos un smartphone en el bolsillo, hemos pasado unos años en los que, cuando necesitabas determinadas aplicaciones, las descargabas de manera gratuita o pagando el precio marcado y, a partir de ahí, las disfrutabas hasta que las necesitases, sin fecha de caducidad. Pero, en los últimos tiempos, todo esto ha cambiado mucho.

El “mundo app” ha descubierto un filón con las suscripciones. Descargas una aplicación, pero si quieres que funcione con todas sus prestaciones, deberás pagar una cuota, es decir, cada mes (o como esté estipulado), deberás abonar una pequeña o no tan pequeña cantidad, para poder usar dicha aplicación con las funcionalidades necesarias. Esto da bastante más pereza porque, además, si echa uno cuentas, en muchísimas ocasiones sumas y sumas… y las prestaciones de las que disfrutas en tu smartphone llegan a un gasto que jamás habrías podido imaginar. Te lo venden como que, en lugar de pagar mucho una vez, pagas unos cuantos pocos. Unos cuantos pocos que son muchos y, como te decíamos, al final estás pagando un dineral.

Pero ahora, ya no sólo vamos a tener que lidiar con esta incomodidad en nuestros teléfonos. En un futuro que ya es presente, vamos a tener que hacer lo mismo en nuestros coches. Sí, como lo oyes. Bueno, mejor dicho, como lo lees.

BMW es una de las primeras marcas en implementar la suscripciones en las prestaciones de sus últimos modelos

Lo vemos ya en BMW, que es la marca que más empeño ha puesto en los servicios de suscripción de sus nuevos modelos. Así, si quieres disfrutar de cosas que antes iban completamente integradas y formaban parte del coche, deberás pagar una suscripción para poder disfrutarlas. Pero vamos a ejemplos concretos. Compras un coche que llega con los asientos calefactables. No los vas a poder usar a no ser que pagues la suscripción. Así, sin más. Pagas 17 euros al mes o, si lo prefieres, adquieres una suscripción anual, y entonces en los menús de BMW Connected Drive te aparece la opción y puedes hacer uso de ella sin mayor problema.

Todo hay que decirlo. Por el momento, y siguiendo con este ejemplo, BMW conserva la opción de pagar por tus asientos calefactables sin fecha de caducidad. Podrías pagar 385 euros y ya tendrías tu trasero calentito mientras disfrutes de tu BMW. Si quieres, para siempre. Visto así y analizándolo en conjunto, es cuestión de echar cuentas. Si cambias de coche cada poco tiempo, a lo mejor te sale más a cuenta pagar tu suscripción mensual o anual. Si eres como el que escribe y te duran los coches hasta que no rueden más, es seguro que te irá mejor comprarlo al estilo antiguo.

Otras funcionalidades como la que te acabamos de comentar, que llegan “secuestradas” a priori, y a las que deberás suscribirte, son el volante calefactable (9 €/mes), el asistente de luz en carretera (8 €/mes) o el “Driving Assistant Plus”, éste ya a un precio de 37 €/mes, eso sí, permite dotar a tu coche de la capacidad de circular y mantenerse en el carril de manera automática.

Tesla es otra de las marcas que se ha lanzado a la exploración de este nuevo modelo de negocio

Y es que al final, al haberse convertido los coches en aparatos tremendamente informatizados, están copiando todos los desarrollos del mercado tecnológico relativo al software. Las principales marcas ya están en el camino, tal y como hemos ejemplificado en el caso de BMW que, es verdad, sólo incluye estos sistemas en los modelos más recientes. Por poner otro ejemplo, Tesla quiere ofrecer su conducción semi-autónoma por 199 $/mes, y por 99 $ más, utilizar las funciones más avanzadas. Aunque también podrás hacerlo sin fecha límite, eso sí, por 12.000 $. Lo dicho, habrá que echar cuentas de lo que más conviene.

Una cosa vamos a añadir… Los hackers andan sueltos. Con toda seguridad, paralelamente a este desarrollo, llegarán los que “jueguen” a eliminar las restricciones y traten de hacer su agosto con ello. Es lo que hay.