,“Nadie da duros a pesetas” es una expresión que sólo conocemos los que tenemos ya alguna edad y es cierto que, formalmente es antigua pero no es menos cierto que en el fondo sigue plenamente en vigor. Quizá a nuestros jóvenes habría que traducírsela en “nadie da billetes de 500 por un euro” o algo así. Mejor algo un poco diferente porque va a ser verdad que los billetes de 500 no existen. Pero volvamos a lo que estábamos hablando.

Hace unos días, leíamos la noticia de una red piramidal que captaba a jóvenes, prometiéndoles inversiones para convertirles en ricos, con técnicas propias de una secta. Al parecer se acercaban a sus “objetivos” en las redes, pero también en parques, alrededor de los colegios, convocando reuniones en hoteles, siempre prometiéndoles “grandes ganancias económicas tras formarse en inversiones financieras y realizar operaciones no permitidas en España”. Era un total de ocho personas las que conformaban la cúpula de una academia que, en principio, debía formarles en transacciones financieras. Lo cierto es que el reclamo para los jóvenes era sumamente interesante: una formación que les ofrecía la posibilidad de trabajar poco y ganar un montón de dinero. Dicho y hecho, allí se plantaban, en sentido figurado, claro, ya que estamos hablando de una formación online. Lo que ocurre es que una vez que estaban matriculados en la plataforma, la enseñanza dejaba de ser el objetivo prioritario y los jóvenes comenzaban a ser objeto de presión para captar nuevos estudiantes para la academia, convirtiéndose en la clásica estafa de estructura piramidal.

Los jóvenes eran captados para inscribirse a los cursos online a través de esta plataforma. La inscripción era de 200 euros en concepto de matrícula y después tenían que pagar una cuota mensual de 150 euros, algo nada barato para un joven de las mencionadas características. Y ahí es donde funcionaba el reclamo “piramidal” dado que les ofrecían la posibilidad de captar a otras dos personas para la academia, dejando así de pagar esta cuota mensual. A partir de estas dos personas, si captaban más gente, comenzaban a cobrar por ello. El giro era importante, ya que, en un principio se apuntaban a una academia que les instruiría en el trading con el objetivo de ganar mucho y trabajar poco y, al final, el horizonte económico que les metían por los ojos era captar más y más “alumnos” para la causa. Lo que era la formación, se quedaba en unas clases virtuales grabadas en vídeo en las que se fomentaba, por ejemplo, la compraventa de opciones binarias y operaciones de apalancamientos, por cierto, prohibidas en España y en la Unión Europea, y, como fomento de dichas operaciones, uno de los principales formadores mostraba un histórico de negociaciones en su cuenta que reflejaba un acierto en sus transacciones de un 75 a un 80 por ciento. Todo mentira, por cierto.

Imagen de la web, presuntamente estafadora. Este tipo de «negocios» siempre muestra personas perfectas con una vida de éxito

Lo curioso de este caso es que, siendo una de tantas derivadas posibles de una estafa sobradamente conocida, como es la piramidal, su modus operandi correspondía de manera exacta a las prácticas habituales en la captación y funcionamiento de una secta. Presionaban a los jóvenes para que abandonasen los estudios y poder volcarse en la actividad de la organización. De hecho, dentro de la investigación se conoce el caso de algún centro de enseñanza en el que se había producido una auténtica estampida de sus alumnos buscando la vida de lujo y abundancia que se les prometía desde sus captadores. Otra de las claves importantes en sus tácticas consistía en separarles de su familia y amigos en tanto en cuanto pudieran ofrecerles una visión mucho más realista del mundo en el que andaban inmersos. Se anticipaban a los mensajes de disuasión que les pudieran llegar de su entorno advirtiéndoles con frases del tipo “tu familia no lo va a entender” o ”tus amigos están en otro nivel “.

Llama la atención que fue el youtuber Carles Tamayo el que destapó toda esta trama en una serie de reportajes que, finalmente, desembocaron en la investigación judicial y, de momento, con la detención de los ocho presuntos responsables. En la citada investigación, se ha podido determinar que esta plataforma formativa era la sucesora de una anterior que ya estaba en el punto de mira de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, según publicaciones de la propia organización, solamente el líder, podría ser responsable de la captación directa e indirecta de unas 2500 personas.

Carles Tamayo fue el que alertó de la presunta estafa desde su canal de youtube