Nada más y nada menos que 68.700 millones de dólares es el montante que supone la operación, que se traduce en el pago de 95 dólares por acción, alrededor de un 45% por encima de su actual cotización. Esto supone que Microsoft se convierte en la tercera compañía de videojuegos más grande, sólo por detrás de Tencent y Sony.

No es algo que pueda ser inmediato. Una operación de estas características deberá superar la revisión de los distintos organismos reguladores, que aún pueden determinar que la compra va contra las leyes de la competencia y quizá paralizarla.

Entre las operaciones de mayor magnitud se encuentran la adquisición de Nuance, Github o Linkedink, todas muy por debajo de las cifras que ahora hay sobre la mesa. Es más, en los últimos meses se ha venido rumoreando la posible compra de Pinterest, Discord o incluso TikTok, operaciones que, finalmente, no han sido llevadas a efecto.

La agenda prevista conduce a junio de 2023, momento hasta el cual las dos compañías seguirán operando independientemente. Desde Microsoft han transmitido que la operación tiene que superar la revisión regulatoria, además de la aprobación por parte de los accionistas de Activision Blizzard, tras la ya conocida aprobación por parte de las directivas de ambas compañías.

Imagen del anuncio oficial en la web de Microsoft

Desde su propia web, dentro del anuncio oficial, Microsoft ya ha empezado a poner sobre la mesa todos los argumentos con los que espera salvar las reticencias que puedan surgir desde los diferentes organismos regulatorios. El crecimiento y dimensión del mercado de los videojuegos, su apuesta por un sector en el que está lejos de una posición dominante o su aproximación al mundo del metaversoson algunas de las claves con las que ya han comenzado su campaña de persuasión.